Fabio con pelo, Margarita flaca, Carolina de ombliguera, Diego mechudo y yo cachetona. Je, je, je, je. ¿Cuánto tiempo ha pasado pues? ya es hora de que nos vayamos graduando ¿no? bueno, las que faltamos. Un abrazo a todos. Cómo se ven de lindos jovenes, manada de vejetes.
Pertenecía a una familia de la alta burguesía, aunque en ella todavía sobrevivía el espíritu emprendedor y democrático de la América del siglo XVIII y mitad del XIX. Su padre, hombre culto e inteligente, se dedicó (cuando John era muy joven) a una lucha sin cuartel contra la corrupción y el caciquismo en el Estado. De su mano Reed supo lo que representaba la minoría dominante, el poder de los monopolios, las maniobras de los aparatos políticos, y el servilismo de la justicia y la prensa. Su madre era, por el contrario, conservadora y durante toda su vida intentó frenar la evolución moral y política de su hijo. Estudió en la Universidad de Harvard. En 1913 comenzó a trabajar para el periódico radical The Masses. En 1911, como corresponsal de guerra del Metropolitan Magazine, llegó a México donde sus entrevistas y reportajes sobre la Revolución tuvieron un gran éxito. John Reed acompañó a Pancho Villa en sus ataques por el norte de México, convivió con los soldados y conoció a Venustiano Carranza, presidente de este país. Todas sus impresiones sobre la Revolución Mexicana las recogió en un libro titulado “México insurgente”. También escribió sobre las huelgas de los mineros de Colorado, Estados Unidos en 1914. Al estallar la I Guerra Mundial, volvió a trabajar como corresponsal de guerra, y escribió en 1916 “La guerra en el este de Europa”. Cubriendo la I Guerra Mundial llegó a Rusia, que estaba en plena efervescencia revolucionaria. Conoció a Lenin, y estuvo presente en la capital Petrogrado (hoy San Petersburgo) durante las jornadas de octubre-noviembre de 1917 en las que tuvo lugar el II Congreso de los Soviets de Obreros, Soldados y Campesinos de toda Rusia y durante las semanas posteriores en que el congreso, liderado por el Partido Socialdemócrata Obrero de Rusia (bolchevique) acordó la toma del poder bajo el programa básico de conseguir una paz justa e inmediata, el control obrero de la industria y la reforma agraria en el campo. Reed, acreditado como periodista, hizo un seguimiento diario del proceso revolucionario, asistiendo a las multitudinarias asambleas y a las reuniones de todas las facciones enfrentadas, entrevistando a los principales dirigentes del momento, e hizo una crónica diaria de la Revolución de Octubre. Este relato de primera mano con los detalles y el día a día de la revolución bolchevique quedó plasmado en su obra más famosa, “Diez días que estremecieron el mundo”, publicada en 1919. A su regreso a Estados Unidos, Reed, junto con otros miembros, fue expulsado del Congreso Socialista Nacional de agosto de 1919. El grupo disidente formó el Partido Comunista de Estados Unidos. Acusado de espionaje, Reed escapó a la Unión Soviética, donde murió atacado por el tífus, y fue enterrado en el Kremlin, junto con otros líderes bolcheviques. Antes de morir, Reed trabajaba en el libro De Kornilov a Brest-Litovsk y hace varias referencias a este en su anterior libro de la revolución rusa. También se convirtió en un héroe en los círculos intelectuales radicales de Estados Unidos. (Http://wikipedia.org)
Buzón de telegramas para el Club de Lectura John Reed
El club de lectura con Gay Talese
El último día del F11, organizado por El Malpensante. Bogotá, 30 de septiembre de 2007. De izquierda a derecha: Juan David Montoya, Nicolás Martínez, Daniel Gómez, Gay Talese, Diana, Juliana Duque y Carolina Gutiérrez
Desde abril del año 2002, el Club de Lectura John Reed se reúne cada viernes a las 4:30 pm en el bloque 12 de la Universidad de Antioquia, en Medellín, Colombia. Nuestro interés es compartir lecturas de periodismo y literatura en un espacio sin reglamentos ni notas académicas, es decir, por puro amor al arte. Cada semana, como amigos descubrimos autores nuevos y viejos, olvidados y reconocidos, de la mano del profesor y escritor Juan José Hoyos.
1 comentario:
Fabio con pelo, Margarita flaca, Carolina de ombliguera, Diego mechudo y yo cachetona. Je, je, je, je. ¿Cuánto tiempo ha pasado pues? ya es hora de que nos vayamos graduando ¿no? bueno, las que faltamos.
Un abrazo a todos. Cómo se ven de lindos jovenes, manada de vejetes.
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